El clásico capitalino terminó en empate
Ninguno pudo festejar. General Lavalle y Atlético Cuyaya se presentaron en "La Tablada". Todo quedó en igualdad sin goles en el cierre del décimo capítulo del Torneo Centenario que nuclea a los clubes de la Liga Jujeña de Fútbol.
En el inicio, Cuyaya tomó la posta y buscó la diferencia. El golero Perales sacó un remate de troncoso en 15'. El "bandeño" tuvo revancha a los 30', cuando el mencionado jugador local pateó al arco pero Paniagua se tiró al piso para salvar a su equipo.
Sin tener situaciones claras, se terminó la primera etapa con un cero a cero.El segundo tiempo fue mucho más entrega que fútbol. Los dos salieron motivados por el impulso de su gente. Los simpatizantes de General Lavalle y Atlético Cuyaya jugaron su propio partido y tuvieron atención de los espectadores. Pese a ser un horario atípico, los hinchas le dieron el colorido y el folclore del fútbol en las gradas.
Lavalle tuvo la chance de abrir el marcador a los nueve minutos producto de un centro que cayó al área, Calisaya le sacó pintura al travesaño y Cuyaya se salvó "por un pelo".
Con el correr de los minutos, el "bandeño" desperdició increíblemente una oportunidad con César Ruíz, quien abajo del arco no pudo anotar el gol en 24'.
En un momento del clásico, se picó y producto de un situación que desencadenó en la expulsión por roja directo a De los Ríos (Cuyaya) y Calisaya (Lavalle).
Otra jugada clarísima se produjo a los 31' cuando Nicolás Sanguezo le pegó desde afuera del área e hizo despertar a su gente. Esta fue la última intervención del guardameta Perales puesto que a los 42' se fue expulsado por tocar la pelota con la mano afuera del área.
Al no tener más cambio, Mario Paniagua se calzó los guantes y defendió los tres palos. Lo hizo muy bien pese a no desempeñarse como arquero.
Fue así que el clásico terminó sin goles dejando una sensación rara para los jugadores ya que ambos hicieron méritos para ganarlo.
Por: Emiliano Saavedra.
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